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miércoles, 6 de febrero de 2013

BIHUERTO, SEMBRANDO VERDURAS, SEMBRAMOS VIDA


JUSTIFICACION:
Dada la  situación de marginación, insalubridad y desnutrición  que viven el 60%  de las personas que habitan los cerros de la Parroquia San José de Nazaret, nos exigen buscar alternativas para mejorar la cadena alimenticia de la población y así evitar enfermedades como la TBC y demás infecciones que van en detrimento de la población.

 Consideramos que una forma de dar respuesta a las condiciones deprimentes que afectan especialmente a las mujeres y niños es la creación de un  Biohuerto, donde podemos sembrar variedad de hortalizas  (lechuga, tomate, zanahoria,  etc), plantas medicinales  (menta, hierba Luisa, anís, boldo,  etc) y algunos frutales  (sandía, mango, limón). Estos alimentos son indispensables  para nuestro organismo por ser fuentes de vitaminas, proteínas y minerales. La producción de hortalizas en los biohuertos, son más sanas, ecológicas frescas y con alto contenido de vitaminas y minerales, muy importante para  alimentación, de  enfermos de TBC, VHI y otro tipo de enfermedades; ayudan al crecimiento y desarrollo sano de los niños y así estamos previniendo enfermedades y fortaleciendo el trabajo en equipo del grupo de personas que trabajan en este proyecto.

Igualmente al desarrollar este proyecto logramos mejorar la cadena alimenticia, prevenir enfermedades, obtener un ingreso para la familia mejorando la autoestima de las mujeres, al no depender solo del dinero que el hombre lleva a la casa. Con esta experiencia trabajamos integralmente varios factores la salud, desarrollo de capacidades y estimulación de la creatividad para mejorar las condiciones sociales en que se encuentra la población.

LO QUE PROPONEMOS

- Desarrollar en las mujeres, la práctica de una cultura productiva, mediante la conservación del medio ambiente,  mejorando de su alimentación, salud y calidad de vida.

- Con El proyecto “Biohuerto ” pretendemos vincular a un grupo de mujeres con las necesidades personales, familiares y de la comunidad, y que este sea un medio para afrontar y dar solución a las mismas.

- Ante la falta de medios económicos es necesario centrar los intereses, necesidades y recursos potenciales de la zona para desarrollar actividades productivas ecológicas que favorezcan a mejorar la alimentación y ambiente para  la familia  y comunidad.

- Instalar un biohuerto para que todos los miembros de la familia adquieren una mejor alimentación, a través del consumo de hortalizas, cuyos productos tienen un alto valor nutritivo en vitaminas y minerales.

OBJETIVO GENERAL
Desarrollar en las mujeres hábitos de nutrición e higiene, valorando y conservando el medio ambiente con la práctica de técnicas agrícolas;  mejorando la calidad de vida.


PUESTA EN MARCHA DEL PROYECTO

1. Preparación del suelo.
Lo primero que nos preguntamos es que vamos a sembrar, de acuerdo a esto seleccionamos las semillas y preparamos la tierra, que contenga los nutrientes que las plantas necesitan para un buen desarrollo.
. Limpiar la tierra  de todo material grueso y de difícil descomposición (papeles, tallos y raíces) así como de elementos inertes (piedras, plásticos, vidrios, latas, etc.)
2. Mezclar la tierra con materia  orgánica (humus, compost ….)
Se inicio el 22 de enero, con 5 señoras de 4pm – 6pm, los días martes y miércoles.

2. Siembra
Una vez preparado el terreno, sembramos las semillas que hemos seleccionado, esta puede ser directa (semilla separada) o indirecta (almácigo).
Una vez realizada la siembra se deben cuidar hasta que se desarrollan totalmente.
En esta temporada de calor en riego se hace diariamente.
Cuando la siembra es indirecta, se trasplantan al cabo de dos o tres semanas a una distancia de 17cm en el caso de la lechuga, los demás a 40cm. Aquí normalmente se siembra lechuga, apio, acelga, repollo, brócoli).
En forma directa (no necesita de almácigo) rabanito, zanahoria, perejil…


3. Cuidado de la plantas.

Una vez trasplantadas, debemos tener el cuidado para que estas se desarrollen.  

4. Hay una etapa fundamental en todo actividad y es la parte organizativa. Esta se va trabajando diariamente con el grupo, fortaleciéndonos y en ver que nombre le damos, estrategias para lograr nuestro objetivo.


LUGAR: Centro  Santa Rosa. Av. José Olaya cuadra 11.


domingo, 3 de febrero de 2013

VIOLENCIA DOMESTICA Y POBREZA


        DE LA SIERRA A LOS CERROS DE LIMA HUYENDO DE LA VIOLENCIA MACHISTA

La mayoría de las familias que llegan a los cerros deserticos del Paraiso en Villamaria del Triunfo, cono sur de la gran Lima, son parejas muy jóvenes ya con algún niño que vivían con sus padres en las zonas bajas del Paraiso o Vallecito o de otras zonas de la ciudad. Pero también siguen llegando de vez en cuando familias del interior del país, de aldeas pequeñas de la sierra. Últimamente han llegado varias familias con una característica común: son madres de familia con bastantes niños (entre cuatro y siete) y vienen huyendo de la violencia machista de sus maridos. Son pocos los terrenos fáciles para construir viviendas que van quedando porque los buitres carroñeros que se han hecho dueños de terreno, con la ayuda de dirigentes vecinales sin escrúpulos, los venden a precios inaccesibles para muchas familias. Por eso las familias más pobres que llegan tienen que irse a los cerros más altos y más lejanos y a los lugares llenos de rocas grandísimas porque es el único terreno que pueden conseguir gratuitamente. La última zona que han invadido las familias llegadas recientemente está en un cerro desde el que se divisa el cercado de Villa María del triunfo. (Centro del distrito) y el cementerio de Nueva Esperanza (el segundo más grande de Latinoamérica en los cerros arenosos del distrito de Villa María del Triunfo. Aquí han llegado algunas de estas familias huyendo de la violencia para vivir en la absoluta miseria. Han sido los mismos vecinos los que nos alertaron de esta situación asi que decidimos ir a visitarlos una tarde al declinar un poco el asfixiante calor del verano limeño. No nos exageraron nada de la situación de estas familias: pequeñas construcciones de madera y calamina donde viven hacinados cuatro cinco y hasta ocho personas, durmiendo en el suelo o en una cama tres o cuatro personas, sin apenas ropa, sin comida y sin siquiera una cocina (a una familia encontramos haciendo la comida con leña y al día siguiente le compramos una pequeña cocina). Al preguntar si no estaban mejor allá en la sierra se ponen tristes y empiezan a contar el calvario que han sufrido, algunas durante años, con sus maridos: humillaciones, palizas y hasta violaciones. Me venía a la mente el episodio del buen samaritano y veía que nosotros no podíamos pasar de largo como el levita y el sacerdote ante esa situación sino que a imitación del buen samaritano teníamos que dejarnos afectar por su situación, conmovérsenos las entrañas, compartir su sufrimiento y comprometernos en la medida de nuestras posibilidades en devolverles la dignidad humana que habían perdido por  la violencia y la pobreza. Hemos dado los pasos de asistencia humanitaria para paliar esta situación (ayuda en comida, ropa, cocina, materiales vivienda etc.)  Pero no queremos quedarnos ahí. Es necesario que nos hagamos cargo de toda la realidad de su problema, de su situación desde un acompañamiento terapéutico y promocionador para posibilitarles condiciones dignas de vida y ayudarles a recuperar su autoestima. Pero también es necesario denunciar hacer una denuncia profética de la violencia machista que no para en el Perú, de la centralización del estado que hace que una madre de familia no pueda sacar a sus hijos adelante en la sierra, de los buitres carroñeros sin escrúpulos que se han adueñado de terrenos en los cerros y hacen que las familias más pobres tengan que ir a vivir en los cerros más elevados y lejanos donde les esperan largos meses de invierno en la humedad que va a enfermar a los niños y a mucha distancia de una posta médica y de un colegio.
            Termino ya. Benedicto XVI en la carta convocatoria del año de la Fe “Porta Fidei” nos dice que “la fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda. Le fe y el amor se necesitan mutuamente, de modo que una permite a otra seguir su camino”. Ojala en este año de la fe, toda la iglesia, todos los cristianos, sostenidos por la fe, nos comprometamos en la construcción de unos cielos nuevos y una tierra nueva en los que habite la justica.

                        PADRE JOSE LUIS CALVO