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jueves, 25 de abril de 2013

I EXPOSICION EN EL CENTRO SANTA ROSA


A principios del mes de abril se cumplía un año del comienzo de nuestra primer proyecto en el centro de caridad y desarrollo integral de la parroquia San José de Nazaret y del decanato II de la diócesis de Lurín-Lima Sur: el proyecto de elaboración de leche de soya y sus derivados con la colaboración de la ONG PAN SOY. Con este motivo decidimos hacer una exposición de todos los talleres y actividades que estamos realizando en  el centro Santa Rosa y en otras capillas de la parroquia San José de Nazaret.
            La exposición estaba prevista inaugurarse  a las cuatro de la tarde del sábado 20 de Abril por Monseñor Carlos García Camader, obispo de Lurín- Lima Sur pero sus múltiples actividades pastorales impidieron su presencia y fue inaugurada con una sencilla bendición por el Padre José Luis Calvo Vicente, responsable del Centro Santa Rosa cerca ya de las cinco de la tarde. Seguidamente el coro de la capilla de San Martin, formado por jóvenes y niños de los asentamientos en torno a  esta capilla y del colegio San Gerardo, nos deleitaron con unas hermosas canciones. A continuación hubo degustación de leche de soya y sus derivados: kekes, tamales, galletas, empanadas, budines, refrescos a base de soya, etc. preparados por el grupo WIÑAY (palabra quechua que significa crecer y que las siete mujeres del grupo han elegido para su microempresa) encargado del proyecto que se inicio hace un año con la colaboración de la ONG PAN SOY. Seguidamente se paso a visitar las distintas exposiciones tan magníficamente preparadas por los distintos talleres y actividades del centro y de la parroquia. El taller de manejo de maquinas industriales (remalladora, recubridora y rectas) nos presento sus trabajos, sobre todo polos y otras prendas  que han elaborado a lo largo de los diez  meses que lleva funcionando este taller. El taller de serigrafía (estampados) nos presento una variedad de prendas (polos, mochilas, bolsos, recuerdos etc.)  que han elaborado en los ocho meses en de funcionamiento . El taller de tejidos de la capilla Santísima Cruz (en los asentamientos de Paraiso Alto y Manantial) nos presentaron los tejidos y elaboraciones de bisutería que han confeccionado en los dieciocho meses en que lleva desarrollándose el taller con mujeres de los asentamientos más lejanos y más pobres de los cerros de la parroquia. La asociación de enfermos de tuberculosis “Construyendo esperanza” nos presento algunas de los trabajos que han realizado en el taller  por enfermos de tuberculosis (bolsos, carteras, zapatos etc.). También participo el grupo de tejidos que se reúne en la parroquia  de San José asi como un grupo invitado, el grupo CORI WARMI, de la Cuasi parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Nazaret, que nos presento los tejidos elaborados por un grupo de mujeres con características comunes : haber sufrido maltratos físicos y psíquicos por los esposos o padres. No quería olvidarme de la exposición de alimentos, ropa, calzado y juguetes del grupo de mujeres que llevan el ropero y almacén de San Rosa y que quería representar el gran trabajo de estas mujeres seleccionando, ordenando y entregando ropa, calzados, juguetes etc. a las familias más necesitadas de la parroquia y del decanto II pues también ayudamos a otras familias de otras parroquias sobre todo enfermos de Tuberculosis. Por último todos los asistentes a la exposición pudieron admirar el magnifico huerto ecológico que han costruido seis mujeres de los cerros lindantes al centro de Santa Rosa.

            Todo este proyecto que empezó hace algo más de un  año por iniciativa de Monseñor  Carlos García Camader, obispo de Lurín- Lima Sur y con el apoyo de los sacerdotes de la parroquia San José de Nazaret ( José María Rojo y Juan Febrero) y dirigido por mi humilde persona, Padre José Luis Calvo Vicente, no hubiera poder ser realizado sin todos los voluntarios de la casa Santa Rosa magníficamente coordinados por la hermana Cristina Sarmiento, religiosa misionera agustina, a la que agradezco su inmenso trabajo  en  todos los talleres y actividades del centro Santa Rosa y en toda las actividades que realizamos en las distintas capillas de la parroquia y en especial en la organización de esta primera exposición en el Centro Santa Rosa de caridad y desarrollo integral de la parroquia San José de Nazaret y del Decanato II de la diócesis de Lurín- Lima Sur.

viernes, 5 de abril de 2013

UNA GRAN SEMANA SANTA


Las celebraciones de Semana Santa siempre han dejado una huella grande en mi vida y la de este año quizás sea de las mejores si no la mejor que he vivido. Como decía días atrás  entre el domingo de Ramos y el domingo de Resurrección he celebrado en seis capillas diferentes. En tres capillas de la parroquia San José de Nazaret ( Santísima Cruz en Paraiso Alto y Manantial, Santa María Reina en el Paraiso y Virgen del Carmen en la Quebrada del Paraiso) y  en tres lugares de la cuasi parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Nazaret ( templo parroquial, capilla Virgen de Guadalupe en AA.HH. Japón y gruta de San Pedro en el AA.HH. Cumbres de San Pedro), En cada uno de los seis lugares la vivencia ha sido distinta pero en todas he sentido la gracia de Dios que me ha regalado el poder compartir los misterios centrales de nuestra fe con gentes distintas  pero con dos  característica comunes: la acogida tan grande que he tenido en todos los lugares por las personas agradecidas de, tener su semana santa completa por primera vez en la cuasi parroquia y en las demás capillas tener alguna de las celebraciones, y la profundidad dentro de la sencillez con que estas personas, la mayoría muy humildes, con la que han celebrado el misterio pascual.
            Ya comenté en mi anterior crónica el domingo de Ramos que tuvo la singularidad de que en la capilla de Virgen de Guadalupe, en el AA.HH. Japón, no se celebraba la eucaristía desde hacía más de un año. La emoción de aquellas pocas familias tan humildes por volver a celebrar la misa en su capilla ha sido para mí lo más importante de la semana santa. Serían unas ochenta personas en total las que hubo en la celebración (la mitad habían subido de la cuasi parroquia) pero para mí la devoción de los aproximadamente  cuarenta vecinos de Japón fue para mí una experiencia más gratificante que las mil personas con las que celebre el año pasado en San José o las quinientas que hubo el domingo de Ramos en el templo de la cuasi parroquia.
            En la cuasi parroquia las celebraciones de jueves Santo y Viernes Santo menos concurridas que las del domingo de Ramos y el domingo de Resurrección aumento de nuevo aunque sin llegar a las quinientas personas del domingo de Ramos.
            Si tengo que resaltar otra celebración, aparte de la del domingo de Ramos en Japón, me quedo con el Viacrucis del Viernes Santo. Eran las tres de la tarde cuando en la loza deportiva de la Ampliación de Japón, en lo más alto del cerro, comenzó el viacrucis preparado magníficamente por los jóvenes de la cuasi parroquia. Todos los grupos de la parroquia se distribuyeron las distintas estaciones del viacrucis leyendo el evangelio correspondiente y haciendo una reflexión sobre cada una. Luego los jóvenes hacían la representación de lo que habíamos escuchado en la lectura bíblica de cada estación. Las estaciones se hicieron en todos los asentamientos humanos de la cuasi parroquia. Las últimas estaciones del viacrucis se desarrollaron en la explanada que hay detrás de la cuasi parroquia, Si durante el recorrido hubo unas ciento cincuenta personas, en las últimas estaciones la cifra se duplico. La representación de la crucifixión y muerte fue espectacular: todos en silencio, no se oía ni un mosquito. Concluimos a las 7,30 de la tarde y a las 7,45 empezamos en la iglesia la celebración propia del Viernes Santo (lectura de la pasión y adoración de la cruz). Los jóvenes se lavaron y cambiaron enseguida y al comenzar la celebración ya estaban en la iglesia a pesar del cansancio. También destacar que el sábado en la noche los jóvenes estuvieron toda la noche de vigilia esperando la celebración de la resurrección.
            Si ha sido una semana santa grande, he terminado bastante cansado, pero feliz y dando gracias a Dios por darme la salud para poder hacer todas estas celebraciones en lugares tan distantes y algunos de difícil acceso porque también los pobres de los asentamientos de los cerros más pobres de Lima tienen derecho a que se le celebre la semana santa  en sus humildes capillas aunque sean pocos.
                       

Padre José Luis Calvo Vicente  



martes, 2 de abril de 2013