Nací en un pequeño
pueblo de la provincia de Salamanca, El Cubo de Don Sancho, en 1961. Allí hice
mis estudios de primaria y secundaria y a los 14 año obtuve una beca para estudiar en la
Universidad Laboral de Zamora. Allí estuve cinco años hasta que termine los
estudios de Formación profesional en la rama de tornero fresador (técnico
especialista en maquinas herramientas) profesión que nunca ejercí. Después
estuve cinco años en mi pueblo trabajando sobre todo en el campo. En estos años
surgió en el pueblo una iniciativa cultural llamada ”motor joven” ( elaboración
de una revista mensual y otras actividades)
que marco un antes y un después en mi vida. Eso me llevo a la vida de la
parroquia donde fui catequista varios años. Pero fue el contacto con las Hijas
de la Caridad de San Vicente de Paúl lo que despertó en mí la vocación
religiosa. Ingrese en los Padres Paúles e hize mis estudios en la Universidad
Pontificia de Salamanca. Me ordene sacerdote en mi pueblo un 9 de Enero de 1994
(un día de nieve que hacia un frio que se las pelaba). Fui destinado a una
parroquia de la periferia de Jerez de la Frontera, San Rafael( barriada de
Federico Mayo “ El Chicle”) donde permanecí durante 9 años. Los cinco primeros
dentro de la Congregación de los Padres Paúles y los cuatro últimos como
sacerdote diocesano pues en este tiempo descubrí que no tenía vocación de
religioso sino de cura diocesano. Esta parroquia en zona marginal de la ciudad
de Jerez de la Frontera (a la vez llevaba dos barriadas rurales cercanas, El
Portal y la Sierra de San Cristóbal) marco mi vida de opción por los más pobres
y marginados sobre todo a través del trabajo en la cáritas parroquial y diocesana.
Mi siguiente destino fue el pueblo de Puerto Serrano en la sierra de Cádiz
donde estuve ocho años colaborando con unos laicos fenomenales en la
construcción del reino de Dios bajo el amparo de Santa María Magdalena, titular
de la parroquia. Hacía tiempo que la vocación misionera estaba en mi
pensamiento tras unos meses en Honduras y Guatemala y tras conseguir que mi
obispo me diera su aprobación decidí ir a la misión a través del Instituto
Español de Misiones Extranjeras (IEME). Tras unos meses de formación en Madrid
me destinaron al grupo de Perú. Después de conocer la misión de los compañeros
en el país andino decidí como lugar de misión la diócesis de Lurín-Lima Sur en
el Cono Sur de la mega ciudad de Lima ( 9 millones de habitantes). Desde entonces junto con otros dos compañeros
desarrollo mi misión en la extensa parroquia de San José de Nazaret que se
extiende por los cerros deserticos de Villa María del Triunfo. Desde el
principio me cautivo la zona del Paraiso, una de las pobres de Lima, donde
siguen llegando familias a los cerros cada vez más altos e inaccesibles y donde
construyen sus casas ( si se pueden llamar asi)
de madera. Además de toda la tarea misionera en diferentes capillas
esparcidas por los cerros y la construcción de nuevas capillas en los cerros
más alejados, mi tarea prioritaria es la cáritas parroquial y del decanato
(arciprestazgo en España). Anuncio misionero y caridad y justicia; vida
sacramental y promoción humana y social; formación cristiana y formación social
y capacitación laboral. Todo ello unido inseparablemente para paliar el hambre
de pan y saciar el hambre de Dios. En esto ando, hasta que Dios quiera.
Orgullosa de compartir una infancia contigo,admiro tu vocación,saludos paisano
ResponderEliminarQue Dios te de fuerzas para seguir con esa labor tan encomiable que estas desarrollando. Un saludo enorme de un paisano que te admira.
ResponderEliminarlo conozco muy poco tiempo pero hace un gran trabajo por esta zona de paraíso bendiciones
ResponderEliminarFederico mayo no está a las afueras de jerez si no a 10 minutos del centro y aqui vivimos gente de todas las categorias , no es un barrio marginal como da a entender, es un barrio normal de gente normal , su paso por aqui sin pena ni gloria
ResponderEliminarQuerido amigo, creo que no leyó usted bien el texto del Padre José Luis. No dice que Federico Mayo esté a las afueras de Jerez sino en la periferia (lo que es bien distinto de lo que usted dice), y tampoco se refiere al barrio como marginal sino que está situado en zona marginal, desgraciadamente por el Ayuntamiento jerezano y otros organismos. Por cierto, y ya para terminar, lo de que el Padre José Luis pasara sin pena ni gloria por San Rafael habría que matizarlo: reflotó la acción social de Cáritas, creó un Proyecto de Infancia para la juventud del barrio del que se beneficiaron a lo largo de 9 años más de 100 niños y jóvenes cada año, animó las Eucaristías uniendo a los Grupos de Jóvenes, Neocatecumenales, Catequesis, etc... y la parroquia que puede usted ver ahora fue arreglada durante su sacerdocio. Estas acciones entre otras que no detallo para no extenderme mucho más.
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